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Han pasado ya 4 noches desde que lanzamos el video clip de Para buscar el sol (PBES) el pasado miércoles 15 y queríamos compartir con ustedes un poco los motivadores que teníamos para este video, contarles lo que para nosotros representa, el mensaje, la simbología, ésas cosas. Hay mucho por compartir así que empecemos hoy por la historia de la canción 😉
Era entonces una tarde de verano limeño (entre enero y febrero del 2012) que nos empezamos a sentir un poco inertes. Técnicamente todo estaba normal: el trabajo iba bien, las clases también, los honorarios y las notas… todo era estable. Es más, no había ocurrido algo que moviera el panorama desde hacía tiempo, probablemente ése era un poco el problema: nos sentíamos estancados.
La pregunta siguiente era algo obvia, ¿por qué?. Siempre hemos creído que las cosas pasan por algo y que uno está en un constante auto-descubrimiento. De hecho, cada uno puede sacar su propia conclusión de ése estado inerte en el que a veces todos nos sentimos. En nuestro caso, lo tomamos como una señal para cambiar las cosas, como un momento oportuno para descubrir lo que realmente queríamos hacer.
Fue como una de esas escenas de película en la que estás con tus amigos tirado sobre la cama o sofá, mirando el techo… y de pronto te pones a filosofar acerca de qué es lo que te hace realmente feliz en la vida o en qué tipo de persona te quieres convertir para los demás… y al segundo siguiente te vas al extremo de no querer saber nada de ése tema también. Para hacer la historia corta, luego de varias horas de alguna forma rara todo se concretó en una sola palabra: rutina. El hecho de que todos los días sean iguales, siguiendo el mismo horario que todos… esa sensación de no disfrutar si quiera del sol ya que sales de casa muy temprano y para cuando vuelves ya casi no hay luz. Si mágicamente sin presiones todos tuviésemos un día libre de responsabilidades… ¿qué te gustaría estar haciendo? Nosotros nos respondimos “cantando» y así fue como nació oficialmente “Para buscar el sol».
Retrata el momento -y esfuerzo- de dejar atrás esa zona segura en la que estamos para salir adelante a perseguir lo tuyo. Que mientras te doy palabras de aliento, al mismo tiempo me las doy a mí mismo. Que sí dejáramos el espíritu hablar y hacer lo que debe hacer… ¿hacia dónde llegaríamos?
Hay más cosas que compartir acerca de PBES, pero por ahora recuerda ésto que será el tema del siguiente capítulo: Un cielo con una sola estrella no es tan bonito como el cielo en una noche estrellada y resplandeciente. Para que el resto crea en tus sueños, tú también debes creer en los sueños de los demás. Y tú ¿qué sol estás buscando ahora?
Akinee 